CreáteBienestar: sanando el amor.

Esto va de querer, pero BIEN. Querer es fácil pero querer desde la regulación emocional ya es otra historia…

QUIEREME pero REGULAD@.

La salud mental, emocional, corporal va a depender, en gran medida de la regulación emocional familiar transgeneracional. Los problemas (de pareja, trabajo, hij@s) y los síntomas del presente pueden haberse originado en la infancia.

Cuando digo esto, muchos creen que culpo a sus padres y saltan alarmados, «pero si mis padres me quieren mucho, si lo han dado todo por mi»…

Y es justo en este rechazo o enfado, en ese sentirnos culpable, donde se esconde la trampa para NO SANAR EL TRAUMA TRANSGENERACIONAL. Porque esto no va de cuanto me quieren o quiero, sino de cómo regulan y regulamos las emociones. Y la realidad es que aquí no hay culpables, en todo caso, encontramos a más víctimas de un sistema desregulado donde crecieron.

Un amor dañado por la desregulación de las demás emociones. Un amor comprometido y traicionado cuando aparecían en escena de la vida cotidiana las emociones desagradables de miedo, ira, tristeza… ante estas al adulto no solo le valía con el amor, ante estas no sabía como manejar y podían acabar dañando ese amor entre padres-madres hij@s, generación tras geneneración.

Qué significa eso de regular emociones: significa cómo uno maneja las emociones agradables y desagradables en uno mismo y en los demás, ¿Cómo se regulan las emociones desagradables y agradables en tu familia? ahí está la clave. ¿Las emociones desagradables no tienen cabida, se evitan, somatizan, se castigan, enfadan, desbordan, sobrepreocupan, ignoran, alarman…? Si la respuesta es sí, «houston tenemos un problema», pero con solución: REAPRENDER a manejar el mundo emocional, corporal y mental de un mano más sano.

Porque cuando en las charcas familiares no se manejan las emociones para sobrevivir a esta desconexión o desregulación emocional, tendremos que desarrollar estrategias que nos ayudaran a sobrevivir en ese medio. Si en mi casa no se podía llorar, si se ignoraba las emociones de miedo, si mi padre o madre eran muy enfadones o sobrepreocuposos, si no se podía mostrar la tristeza, si había muchas peleas entre los padres, si alguno tenía problemas de salud mental o adicciones… entonces nuestro sistema cerebral, emocional y corporal se tiene que adaptar a eso disociando al niño, niña de su brujula interior que le indica que siente, porque eso que siente, esas emociones en su charca familiar no se saben acoger, ni acompañar. Y aquí aparecen los problemas.

NO hay recetas mágicas, pero SÍ sabemos que el cuerpo y el cerebro poseen recursos para poder transformar y REAPRENDER a integrar lo que en otros momentos no pudimos. En el ahora se puede REAPRENDER otro modo más sano de regular las emociones que no sea a través de los síntomas (ansiedad/depresión), sobrepensar, sobrehacer, TOC, dependencia emocional, fibromialgia, dolor neuroplástico, TEPT, adicciones, etc.o de los problemas con la pareja, hij@s, trabajo.

Podemos desde el presente sanar, además de nosotras, el trauma transgeneracional heredado.

De la oscuridad hacia la luz: Confiar, cambiar, soltar,valgo.